When we smell a fragrance takes place a magical
process in that is predominantly involved the brain. In
turn, this phenomenon creates emotions and feelings that
are more than mere psychological processes. Inhale
a perfume can sometimes involve a sensory adventure of
unimaginable consequences, and we can capture only a
small part of reality, almost incomprehensible, that surrounds us.
Perceptions are the
threshold required of emotions, feelings, and
consciousness of self. Emotions such as joy, sadness,
anger, or fear, among others, are linked to the body and
facilitate survival. By contrast the feelings are related
to the rational part of the brain and
have a very significant subjective
component. Antonio Damasio, an
eminent neuroscientist Portuguese is an expert in
that subject. In his bookLooking for Spinoza masterfully exposes their
knowledge. There is a magic moment in
which reading Damasio reach such an understanding
of the importance of emotions and feelings that you
run out of breath. The intuitive understanding of the cyber and ethics foundations of human
morality, beyond any neurological or religious.connotation.
Self-awareness helps
us differentiate ourselves from other individuals and
provides a unique non-transferable. The conscious
perception of one's self is but the effect of
superimposing a host of memories acquired throughout
our existence.
The magic of the
brain transforms the mechanism of incorporation of memories into
something marvelous, and kindly invites us to believe
what suits us. Perceptions are our road map through the
maze of life, they are one of the immovable pillars of our
existence.Today we have made considerable progress in
understanding the genesis of perception, but still a
long way to go to better understand
the mysterious magic that connects us with the
rest of the universe.When we smell a perfume we begin a journey
of unpredictable consequences. Remember the life experience
of Marcel Proust when
he describes in his book In Search
of Lost Time deep longing to smell
a muffin that led him to a lost paradise, his almost forgotten childhood.
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ANATOMIA DE LAS EMOCIONES
Cuando olemos una fragancia tiene
lugar un proceso mágico en el que interviene de manera preponderante el
cerebro. A su vez, este fenómeno origina emociones y sentimientos que son algo
más que meros procesos psicológicos. Aspirar un perfume puede suponer en
ocasiones una aventura sensorial de
consecuencias inimaginables, que nos permite entrar en contacto con sólo una
pequeña parte de la realidad casi inasible que nos rodea.
Las percepciones son la antesala
obligada de emociones, percepciones y la conciencia del yo. Las emociones, como
la alegría, la tristeza, la ira, o el miedo, entre otras, están ligadas al
cuerpo y facilitan la supervivencia. Por el contrario los sentimientos están
relacionados con la parte más racional del cerebro y tienen un componente
subjetivo muy importante. Antonio Damasio, un eminente neurocientífico
portugués es un experto en esa temática. En su libro En busca de Spinoza expone de forma magistral sus conocimientos.
Existe un momento mágico en el que leyendo a Damasio alcanzas tal entendimiento
de la importancia de las emociones y de los sentimientos que te quedas sin
respiración. La comprensión intuitiva de
las bases cibernéticas de la ética y la moral humanas, va más allá de
cualquier connotación de tipo neurológico o religioso.
La magia del cerebro transforma ese mecanismo de incorporación de
memorias en algo prodigioso, y nos invita amablemente a creer lo que más nos
conviene. Las percepciones son nuestro libro de ruta en el laberinto de la vida,
son uno de los pilares inamovibles de nuestra existencia. Hoy en día hemos
avanzado considerablemente en el conocimiento de la génesis de las percepciones, sin embargo aún
queda un largo camino que recorrer para comprender mejor esa magia
misteriosa que nos pone en contacto con el resto del universo. Cuando olemos un perfume nos embarcamos en un
viaje de consecuencias imprevisibles. Recordemos la experiencia vital de Marcel Proust cuando describe en su obra
En busca del tiempo perdido su profunda
nostalgia al oler una madalena que le conducía a un paraíso perdido, su ya casi olvidada infancia.