Thursday 10 May 2012

ANATHOMY OF EMOTIONS / ANATOMÍA DE LAS EMOCIONES





When we smell a fragrance takes place a magical process in that is predominantly involved the brain. In turn, this phenomenon creates emotions and feelings that are more than mere psychological processes.  Inhale a perfume can sometimes involve a sensory adventure of unimaginable consequences, and we can capture only a small part of reality, almost incomprehensible, that surrounds us.
Perceptions are the threshold required of emotions, feelings, and consciousness of self. Emotions such as joy, sadness, anger, or fear, among others, are linked to the body and facilitate survival. By contrast the feelings are related to the rational part of the brain and have a very significant subjective component. Antonio Damasio, an eminent neuroscientist Portuguese is an expert in that subject. In his bookLooking for Spinoza masterfully exposes their knowledge. There is a magic moment in which reading Damasio reach such an understanding of the importance of emotions and feelings that you run out of breath. The intuitive understanding of the cyber and ethics foundations of human morality, beyond any neurological or religious.connotation.
Self-awareness helps us differentiate ourselves from other individuals and provides a unique non-transferable. The conscious perception of one's self is but the effect of superimposing a host of memories acquired throughout our existence.
 The magic of the brain transforms the mechanism of incorporation of memories into something marvelous, and kindly invites us to believe what suits us. Perceptions are our road map through the maze of life, they are one of the immovable pillars of our existence.Today we have made ​​considerable progress in understanding the genesis of perception, but still a long way to go to better understand the mysterious magic that connects us with the rest of the universe.When we smell a perfume we begin a journey of unpredictable consequences. Remember the life experience of Marcel Proust when he describes in his book In Search of Lost Time deep longing to smell a muffin that led him to a lost paradise, his almost forgotten  childhood.


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ANATOMIA DE LAS EMOCIONES

Cuando olemos una fragancia tiene lugar un proceso mágico en el que interviene de manera preponderante el cerebro. A su vez, este fenómeno origina emociones y sentimientos que son algo más que meros procesos psicológicos. Aspirar un perfume puede suponer en ocasiones una aventura sensorial de consecuencias inimaginables, que nos permite entrar en contacto con sólo una pequeña parte de la realidad casi inasible que nos rodea.
Las percepciones son la antesala obligada de emociones, percepciones y la conciencia del yo. Las emociones, como la alegría, la tristeza, la ira, o el miedo, entre otras, están ligadas al cuerpo y facilitan la supervivencia. Por el contrario los sentimientos están relacionados con la parte más racional del cerebro y tienen un componente subjetivo muy importante. Antonio Damasio, un eminente neurocientífico portugués es un experto en esa temática. En su libro En busca de Spinoza expone de forma magistral sus conocimientos. Existe un momento mágico en el que leyendo a Damasio alcanzas tal entendimiento de la importancia de las emociones y de los sentimientos que te quedas sin respiración. La comprensión intuitiva de las bases cibernéticas de la ética y la moral humanas, va más allá de cualquier connotación de tipo neurológico o religioso.
La magia del cerebro transforma ese mecanismo de incorporación de memorias en algo prodigioso, y nos invita amablemente a creer lo que más nos conviene. Las percepciones son nuestro libro de ruta en el laberinto de la vida, son uno de los pilares inamovibles de nuestra existencia. Hoy en día hemos avanzado considerablemente en el conocimiento de la  génesis de las percepciones, sin embargo aún queda un largo camino que recorrer para comprender mejor esa magia misteriosa que nos pone en contacto con el resto del universo.  Cuando olemos un perfume nos embarcamos en un viaje de consecuencias imprevisibles. Recordemos la experiencia vital de Marcel Proust cuando describe en su obra En busca del tiempo perdido su profunda nostalgia al oler una madalena que le conducía a un paraíso perdido, su ya casi olvidada infancia.