Life is very fragile and to preserve itself has acquired intellectual and emotional mechanisms that emanate from the brain system. To achieve this aim, life has created sensations such as happiness or pain. Happiness anesthesia us and allows us to move forward, even knowing that life may not make any sense. Physical pain serves to prevent deterioration of the body. These cybernetic mechanisms protecting life. Love, the maternal instinct, vanity, glory, pleasure, power, faith, hope, charity, ignorance, among others, also have their mission as guardians of life.
Emotional stability is also reinforced by social practices such as religion, which also provide the magical and mysterious dimension of the concept of infinity has been named with various names such as God, spirituality or transcendence of life. Sex and sensuality also have a role in the evolution of species, ensuring reproduction and allowing it to be pleasant.
All these mechanisms are based on a set of material that could be at first look the chemical elements in the periodic table. However, there are unknown dimensions in this account of matter that take us to worlds far more esoteric as the existence of subatomic particles and even the disturbing world of superstrings.
These chemical elements are arranged so that they accomplish what the human eye can qualify for a miracle: that a human being to meet its goal to perfection as a social being. Evidentementa individual level is not all humans achieve the ultimate goal of living the average middle ages where they belong.
Some persons suffer significant disruptions in their emotional stability, which is testing the persistence of their lives. But life should be considered as a whole. It sould be taken as a statistic process. Life should not be perfect individual is not required. Just that overall it will not break the chain of evolution that keeps running. Sometimes certain groups of molecules, such as brain chemicals are out of step and this causes certain individuals to depart from what is desirable for life. His despair is a powerful threat to it.
Sometimes appear dangerous symptoms of unhappiness: depressions, melancholy or recurrent states of wonder about the ultimate reason for our existence. Fortunately for life in our society there are always persons that fight against that adverse effects.From my privileged vantage marine lighthouse, my world view is more lucid and opaque at the same time. Life remains a mystery.
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Anoche contemplé una alucinante una lluvia de estrellas fugaces desde mi faro. No sé si fue real o un sueño. Lo cierto es que este hecho insólito me ha hecho reflexionar sobre el sentido de la vida. El ser humano está diseñado o se ha ido diseñando a través de sucesivas evoluciones para vivir un periodo de tiempo determinado y transmitir la vida en una cadena de relevos generacional sin fin. ¿Hacia dónde va este proceso? Nadie lo sabe. Es la pregunta del millón y según cómo es mejor no saberlo.
La vida es muy frágil y para preservarse a si misma se ha dotado de mecanismos emocionales e intelectuales que emanan del sistema cerebral. Para lograr esta finalidad, la vida ha creado sensaciones cómo la felicidad o el dolor. Felicidad que nos anestesia y nos permite seguir adelante, aún sabiendo que la vida quizás no tenga ningún sentido. El dolor físico sirve para prevenir el deterioro del cuerpo. Estos mecanismos cibernéticos protegen la vida. El amor, el instinto maternal, la vanidad, la gloria, el placer, el poder, la fe, la esperanza, la caridad, la ignorancia, entre otros, también tienen su misión como guardianes de la vida.
La estabilidad emocional se ve reforzada asimismo por prácticas sociales como la religión, que además aportan la dimensión mágica y misteriosa del concepto de infinito que ha sido nombrada con diversos nombres cómo Dios, espiritualidad o trascendencia de la vida. El sexo y la sensualidad también tienen su papel primordial en la evolución de la especie, asegurando la reproducción y permitiendo que esta sea placentera.
Todos estos mecanismos se sustentan sobre un conjunto de elementos materiales que en una primera visión podríamos asimilar a los elementos químicos de la tabla periódica. No obstante existen dimensiones desconocidas en esta consideración de la materia que nos llevan a mundos mucho más esotéricos como la existencia de partículas subátomicas e inclusive el mundo inquietante de las supercuerdas.
Estos elementos químicos se organizan de tal manera que realizan lo que a simple vista para los humanos podemos calificar de milagro: que un ser humano cumpla su objetivo a la perfección como ser social. Evidentementa a nivel individual no todos los seres humanos logran el objetivo final de vivir la edad media promedio que les corresponde.
Algunos individuos sufren notable desajustes en su estabilidad emocional, lo que pone a prueba la persistencia de su vida. Pero la vida se debe considerar en su conjunto. Debe ser contemplada de forma estadística. La vida no debe ser perfecta individualmente, no es necesario. Basta con que en global no se rompa la cadena evolutiva que la mantiene en funcionamiento. En ocasiones ciertos grupos de moléculas, como los neurotransmisores cerebrales, se desajustan y esto ocasiona que ciertos individuos se aparten de lo que es aconsejable para la vida. Su angustia existencial es un poderoso peligro para la misma.
En ocasiones aparecen síntomas de infelicidad peligrosos: depresiones, melancolías o estados recurrentes de preguntarse por la razón última de nuestra existencia. Por suerte para la vida, en nuestra sociedad siempre hay individuos que velarán para amortiguar estos efectos perniciosos. Dede mi atalaya privilegiada del faro marino, mi visión del mundo es más lúcida y opaca al mismo tiempo. La vida sigue siendo un misterio.
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