The Siamese cat nodded and said, "You know what Moctezuma was a big fan of chocolate?." She stared at the cat with curiosity and begged: "Come Blueyes, tell me that story!"
The cat stretched, and began his story: "Xocoyotín Montezuma ruled the Aztec city of Tenochitlan. Moctezuma was a man of medium height, dark hair, sallow skin and look serious. That night he had a strange dream. A comet crossed the skies and a column of fire down to the ground. Water from a nearby lake began to boil. A plaintive song sung a funeral. What will that dream, he wondered monarch. Montezuma summoned to his palace to a witch who was reputed to be skilled in omens.
While the two men strolled around the lush gardens of the palace, a crane fell dying at his feet. Moctezuma looked intently bird pupils and was scared. The two men continued their walk and went to sit in the throne room. Some servants were offered a bowl of an aromatic brew, made with cocoa, spices and hot peppers, which tone the body and soul. Montezuma considered the drink of the gods. Moctezuma looked the sorcerer and asked him if the bird would bring bad luck. He added that he had seen within his eyes the image of strangers lurking and had two heads.
The witch thought for a moment, fell into a trance and told his master that really were bad omens, and should offer to the gods that evening some human sacrifice. He added that only the blood that flows from the heart torn in the ritual could change the destination. But fate did not stop. The two-headed monster, effectively came Tenochitlan. They were strangers on horseback, ready to raze the Aztecs and take their gold and treasures. History is full of events like this. Moctezuma Years later, still in his palace, accompanied by the boss of strangers overseas visitors arrived, he heard the din of hundreds of protesters went on the balcony and some stones he cut short the life killer. The magical cocoa-based beverage made life easier Tenochitlan the extraordinary ruling. On his journey to the afterlife, his body stripped of material, Moctezuma was facing eternity in the midst of absolute solitude. In fact, as it happens to all humans. We came into eternity with the emptiness of the absence, lacking any sense perception, and therefore unable to think, learn and hear about what happens in the outside reality. "
Ivana was collected with their hands their long hair color golden brown and exclaimed: "It is a very beautiful story!".
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El gato siamés asintió con la cabeza y dijo: “¿Sabes qué Moctezuma era un gran entusiasta del chocolate?”.
La joven se quedó mirando al gato con curiosidad y le suplicó: “¡Anda Blueyes, cuéntame esa historia!”
El gato se desperezó y empezó su relato: “Moctezuma Xocoyotín gobernaba la ciudad azteca de Tenochitlan. Moctezuma era un hombre de estatura media, cabello oscuro, piel cetrina y mirada grave. Aquella noche tuvo un sueño extraño. Un cometa surcaba los cielos y una columna de fuego descendía hasta la tierra. El agua de un lago cercano comenzó a hervir. Una plañidera entonó una canción fúnebre. ¿Qué significará este sueño?, se preguntó el monarca. Moctezuma hizo llamar a su palacio a un brujo que tenía fama de ser experto en augurios. Mientras paseaban los dos hombres por el frondoso jardín del palacio, una grulla cayó moribunda a sus pies. Moctezuma miró intensamente las pupilas del pájaro y se quedó aterrado. Los dos hombres prosiguieron su paseo y fueron a sentarse en el salón del trono. Unos sirvientes les ofrecieron un cuenco de un brebaje aromático, a base de cacao, especias y chile picante, que tonificaba el cuerpo y el alma. Moctezuma lo consideraba la bebida de los dioses. Moctezuma miró al brujo y le preguntó si el pájaro traería mala suerte. Luego añadió que había visto en el interior de sus pupilas la imagen de unos desconocidos que acechaban y tenían dos cabezas. El brujo meditó unos instantes, cayó en trance y dijo a su señor que realmente eran malos augurios, y que deberían ofrecer a los dioses aquella misma noche algunos sacrificios humanos. Y añadió que sólo la sangre que brota del corazón arrancado en el ritual podía cambiar el destino. Pero el destino no se detuvo. Los monstruos de dos cabezas, llegaron efectivamente a Tenochitlan. Eran extranjeros a caballo, dispuestos a arrasar a los aztecas y llevarse su oro y sus tesoros. La historia está llena de sucesos como este. Años más tarde Moctezuma, estando en su palacio, acompañado del mandamás de los extraños visitantes llegados allende los mares, oyó la algarabía de cientos de personas que protestaban, salió al balcón y unas piedras asesinas le segaron la vida. El mágico brebaje a base de cacao hizo más llevadera la vida del extraordinario gobernante de Tenochitlan. En su viaje al más allá, despojado de su cuerpo material, Moctezuma se enfrentaba a la eternidad en medio de una absoluta soledad. De hecho, como nos sucede a todos los humanos. Llegamos a la eternidad con el vació de la inexistencia, carentes de cualquier percepción sensorial, y por lo tanto incapaces de pensar, conocer y saber nada de lo que ocurre en la realidad exterior.”
Ivana se recogió con sus manos su larga cabellera de color castaño oro y exclamó: “¡Es una historia muy bella!”.
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