Friday 18 December 2009

Bitter ashes (IV) / Cenizas amargas ( Lena V.Verona)



If each of the names on the first list was matched with its correct date, one could conclude that the Bible knew the future of mankind from the time it was written by Moses, 3000 years before Christ. Moreover hitting probability by chance of 32 matches correctly, was smaller than hit the Sports Lottery for example, is correctly choose 6 numbers from 49 possible.


The possibility that the experiment of 32 matches without any mistake was a chimera, a priori it was almost impossible. However, the work of three mathematicians seemed to show unequivocally that the great men of Israel were inevitably linked with their correct dates of birth and death. This result was frightening and left me breathless.


The authors raised several hypotheses experimentally verified. Also, as comparative control, all experiments were conducted in parallel to form multiple, contrasting with a text in Hebrew of the novel War and Peace by Tolstoy. The aim was to show that all these amazing coincidences occur only in the original biblical text. Indeed, no other checks of course there was the phenomenon: for example in the same text of the Bible expressly randomly disordered in several different ways.


All that kept me from mathematical tangle overwhelmingly reach the merits: Was there really the code or on the contrary it was a cleverly executed magic trick? The conclusions were unequivocal: the biblical text contains more than a philosophical theory, hid hidden messages that warn us of coming events. It was clear that the rational side of myself I could not accept such conclusions. Then I began to address other aspects of the topic. What other schools of thought existed in the world on the same topic?


I started looking for information on the Internet, it was an inexhaustible source of all data types. Immediately I ran with a lot of opposing views together. The code of the Bible had zealots, but also terrible opponents. The first was due to the profile of people who believe anything a priori without hardly blinking, and the latter stood against the folly of the mathematical theory of Israel without a second thought: no need to enter into any statistical proof.


As background, the journal Statistical Science kept a prudent silence, giving rise to the proponents of the existence of the Bible code further reaffirm their theory, as if the magazine was infallible, like I was under the protection of God Himself .


Drosnisn´s book contained a lot of examples showing the prophecies of the Bible Code. In the case of the assassination of Rabin, the author narrates that scoured the Bible for the name Yitzhak Rabin:! Only appeared once, in 4772 an alternating sequence of spaces! The computer divided the entire Bible (the complete strand 304,805 words) in 64 rows of 4772 letters each, which was a mathematical matrix of the text.


According to Drosnin , the Bible was codified three thousand years ago so finding the name of Rabin immediately give us additional information on some crucial fact of their existence. In this case, intersecting with the name of Yitzhak Rabin met the word "murderer who would kill. According to the probability that Drosnisn spontaneously Rabin's name was crossed with the prediction of his murder was only one in three thousand.





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Si cada uno de los nombres de la primera lista se emparejaba con su fecha correcta, se podría concluir que la Biblia conocía el futuro de la humanidad desde el momento en que fue redactada por Moisés, 3000 años antes de Cristo. Por añadidura la probabilidad de acertar de forma casual los 32 emparejamientos correctamente, era más pequeña que por ejemplo acertar la Bonoloto, es decir escoger correctamente 6 números de 6 elevado a 49 posibles.


La posibilidad que el experimento realizara los 32 emparejamientos sin equivocación alguna era una quimera; a priori era casi imposible. Sin embargo, el trabajo de los tres matemáticos parecía demostrar de forma irrefutable que los prohombres de Israel quedaban indefectiblemente ligados con sus fechas correctas de nacimiento o muerte. Este resultado era estremecedor y me dejó casi sin aliento.

Los autores se plantearon varias hipótesis que verificaron experimentalmente. Asimismo, como control comparativo, todos los experimentos se realizaron en paralelo de forma múltiple, contrastándolos con un texto también en hebreo de la novela Guerra y Paz de Tolstoy. El objetivo era demostrar que todas estas increíbles coincidencias sólo se dan en el texto bíblico original. Efectivamente, en ningún otro de los controles realizados se dio el supuesto fenómeno: por ejemplo en el mismo texto de la Biblia expresamente desordenado de forma aleatoria de varias maneras distintas.

Toda esa maraña matemática me impedía llegar de forma contundente al fondo de la cuestión: ¿Existía realmente el código o por el contrario se trataba de un truco de magia hábilmente ejecutado?

Las conclusiones eran tajantes: el texto bíblico contenía algo más que una teoría filosófica, escondía mensajes ocultos que nos advertían de sucesos venideros. Estaba claro que el lado racional de mi misma no podía aceptar tales conclusiones. Entonces comencé a abordar otros aspectos del tema. ¿Qué otras corrientes de opinión existían en el mundo acerca del mismo tema?

Empecé a buscar información en Internet; se trataba de una fuente inagotable de todo tipo de datos. Inmediatamente me tropecé con gran cantidad de opiniones opuestas entre sí. El código de la Biblia tenía defensores a ultranza, pero también terribles detractores. Los primeros obedecían al perfil de personas que se creerían cualquier cosa a priori sin apenas parpadear; los segundos se alzaban contra la insensatez de la teoría de los matemáticos israelitas sin pensárselo dos veces: no necesitaban entrar en ninguna demostración estadística.

Como telón de fondo, la revista Statistical Science guardaba un prudente silencio, dando pie a que los defensores de la existencia del código de la Biblia reafirmaran aún más su teoría, como si la revista fuese infalible, como si estuviese bajo la protección del mismo Dios.

El libro de Drosnisn contenía una gran cantidad de ejemplos que mostraban las profecías del Código de la Biblia. En el caso del asesinato de Rabin el autor narra que rastrearon la Biblia en busca del nombre Itzhak Rabin!sólo aparecía una vez, con una secuencia alterna de 4772 espacios!El ordenador dividió toda la Biblia (la hebra completa de 304805 letras) en 64 hileras de 4772 letras cada una, lo que constituía una matriz matemática del texto.

Según Drosnin la Biblia fue codificada hace tres mil años de forma que el hallazgo del nombre de Rabin nos diera de inmediato información adicional relativa a algún hecho crucial de su existencia. En este caso, entrecruzadas con el nombre de Itzhak Rabin se encontraron las palabras "asesino que asesinará". Según Drosnisn la probabilidad de que de forma espontánea el nombre de Rabin se cruzase con la predicción de su asesinato era solamente de una entre tres mil.

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