Jean Cocteau. Commentary, IV
The events described are based on historical sources. This is a story of blood where is hidden an enigma. I describe the slaughter in black and white to emphasize more vividly the pathos of what happened.
This story is projected onto an infinite space, where reality is distorted into a thousand facets and acquires a relief frightening. I am part of everything I do not know and I know that nobody will believe my story. They will say that it's a psychedelic lighting and that is cracy. My words will be interpreted with several variants, like so many rivers have soul.
The memory, which is what allows us to contemplate the passing of time, is hollow in my story. In a way this evidence is illusory. I was born unexpectedly, like a dewdrop. Soon I sensed an uncertain future, as I glided through a plain rough.
My appearance is unpleasant: a little greasy mass turbulent stirring and a trail marked with black and gray as it goes. I sail through black lava fields. I 'm going through fields lit by faint shadows under the cold light of a bulb. After just let me alone, a wanderer plenty of my own shadow.
Wailing and moaning to sad melody. The battlefield is surrounded by black death. With redoubled force drumbeat of eternal recurrence. Is there an extermination worst nightmare that never stops? A horse crazy is braying with a braking voice. It's like a horrible nightmare.
I watch the inconsolable grief of a mother to look flat and delusional. The landscape is broken into clouds of hot dust and lead. My atoms are thrown into chaos under a dim glow
A bull tears a shattering roar, waving their horns with apocalyptic force. I pass through places at breakneck speed. The earth groans while a fine rain of fire stained the horizon of grief. Objects are distorted and flashing lights, tearing apart their space.
A singing bird emits a brief, sweet and fragile. My being is lost in a thousand tiny fragments. I sense the end and nothing. But not my sacrifice will be in vain. It is born a magical symbol of symbolisms, infernal maze, crystallized in a space unchanged forever and ever.
His mythic image will be multiplied until exhaustion. I float in a cloud of silver and icy areas are inflamed. My being poured into a mysterious sea and all will be fulfilled. Then I will run my destiny.
A tear dark joined to the hatched reality. It faded on the canvas and the time stopped. Pablo Picasso in his studio of Paris had just given the finishing touch to the painting known as Guernica. His enormous rage and indignation at the cruel bombardment of the Basque town of Guernica in the Spanish Civil War, by the troops of General Franco, was expressed in a monumental and unique canvas. To always it will be unwavering and unshakable testimony of atrocities and senseless wars. It was the year nineteen hundred and thirty-seven. Possibly it was spring.
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Quién logre dejar a la belleza sin aliento la obligará a alcanzar su obra, y su obra será bella. Hay que pasarle delante, fatigarla y afearla. Este esfuerzo agotador da a la belleza nueva la grandiosidad de una cabeza de medusa.
Jean Cocteau. Comentario, IV
Los hechos que se describen están basados en fuentes históricas. Esta es una historia de sangre y en ella se plantea un enigma. La masacre la describiré en blanco y negro, para resaltar con más viveza el patetismo de lo sucedido.
La presente historia se proyecta en un espacio infinito, donde la realidad se distorsiona en mil facetas y adquiere un relieve aterrador. Soy parte de un todo que desconozco y soy consciente que nadie creerá mis historia. Dirán que es una iluminación psicodélica y que no es cabal.
Se interpretarán mis palabras con múltiples variantes, tantas como ríos tiene el alma. La memoria, que es la que nos permite contemplar el devenir del tiempo, es hueca en mi relato. En cierto modo este testimonio es ilusorio.
Nací impensadamente, como una gota de rocío. Pronto intuí un futuro incierto, mientras me deslizaba por una planicie rugosa. Mi aspecto es desagradable: una pequeña masa grasienta que se agita convulsa y marca con una estela negra y gris por donde pasa. Navegó por mares de lava negra.
Atravieso campos iluminados por una tenue penumbra bajo la luz fría de una bombilla. Tras de mí sólo dejo soledad, una sobra errante de mi propia sombra. Lamentos y quejidos desgranan una infausta melodía fúnebre. El campo de batalla está rodeado de muerte negra. Redoblan con fuerza tambores de guerras de eterno retorno. ¿Existe peor pesadilla que un exterminio que nunca cesa? Relincha con voz rota un caballo loco. Es como una atroz pesadilla.
Observo la pena inconsolable de una madre de mirada plana y delirante. El paisaje se quiebra en torbellinos de polvo ardiente y plomo. Mis átomos son lanzados al caos bajo un resplandor mortecino. Un toro desgarra un rugido estremecedor, enarbolando sus pitones con fuerza apocalíptica.
Atravieso parajes a velocidad de vértigo. La tierra cruje mientras una fina lluvia de fuego tiñe el horizonte de pesadumbre. Se distorsionan los objetos y luces centelleantes desgajan el espacio. Un pajarillo emite un canto fugaz, dulce y frágil. Mi ser se pierde en mil fragmentos minúsculos. Presiento el fin y la nada. Mas no será en vano mi holocausto. Nace un espacio mágico, símbolo de simbolismos, laberinto infernal, cristalizado en un espacio inalterable por los siglos de los siglos.
Su imagen mítica se multiplicará hasta la extenuación. Floto en un polvillo de plata y se inflaman los espacios helados. Mi ser se desparramará en un mar misterioso y todo se habrá consumado. Entonces habré ejecutado mi destino.
Una lágrima oscura se integró a la realidad eclosionada. Se difuminó en el lienzo y el tiempo se detuvo.
Pablo Picasso, en su estudio parisino, acababa de dar el último toque al cuadro conocido con el nombre de Guernica. Su enorme rabia e indignación por el cruel bombardeo del pueblo vasco de Guernica, en plena guerra civil española, por parte de las tropas del General Franco, quedó plasmada en un monumental y singular lienzo. Para siempre será testimonio inquebrantable e indestructible de las atrocidades y sinsentido de las guerras. Transcurría el año mil novecientos treinta y siete. Posiblemente era primavera.
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