Days later I met Ambròs in Cafe Roma of Paseo de Gracia in Barcelona. It was a cozy place where you could talk quietly while tasting a delicious tea with succulent pastas. It was midafternoon and a fine rain fell continuously loading the atmosphere of nostalgia.
Ambròs started to speak the language of nature. "Mathematics is the divine language. The perfect is the mathematical language. Only the mathematical formulation of certain theories allows us to reach the mystical ecstasy, such as reaching San Juan de la Cruz. "From there we talk about creativity in its purest, which is not copy anything.
Ambrós added: "In my ethics and aesthetics seem to me the hidden engines of creativity" Ambròs thought the sensuality of art as sublimation also contributed significantly to the creative genesis. The topic turned to the origins of religious sentiment. Ambròs said: "People know that almost everything has a scientific explanation. Ultimately atoms are what make up the physical world, real, and the feelings or immeasurable.
Depends on how you are combining a piece of metal or a lofty idea. "Lena, most temples and monasteries are built on lands that they pass subsoil water rivers flowing placidly. Well, this moving water produces electromagnetic fields of considerable intensity. These electromagnetic fields interact with the brain's temporal lobe in people and produce feelings of peace and deep religious feeling.
Scientific studies have shown that magnetic fields induce certain brain storm and create ghostly visions cause hallucinations. Returning to the mysticism of St. John of the Cross, would it not be the result of a brain defect that produced the same effects as discussed electromagnetic fields? "Said Ambròs.
Then Ambròs asked: Do you know that things are made, Lena? There is really only atoms and void ". "And that is indeed thought? I shot at once. He smiled deeply and slowly replied: "Well, Lena, is thought as an array of electromagnetic fluctuations in the brain. It's like a sort of invisible currents. Life is mysterious. "There was a silence between us.
Ambròs added: "Right now we're a bunch of atoms traversed by neutrinos. In a few years, none of your atoms will be present with you and perhaps some of our current atoms belonged to Leonardo da Vinci or St. Francis of Assisi, who knows? This could explain many mysteries as the reincarnation or resurrection.
Everything depends on the level of knowledge you choose. After all our everyday language is filled with symbolism and metaphors. We could say, What does believing in the divinity of Jesus Christ? Everything depends on the language used, the cultural connotations and the chosen level of metaphysical knowledge. This I understand very well the Capuchin friar Jordi Llimona. After all'll all be dust, matter and antimatter, that is nothing. "
The heartfelt words of Ambròs had transported me to another dimension. He had created a magical atmosphere traversed by flashes of shooting stars.
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Días más tarde me encontré con Ambròs Jordá en el Café de Roma en el Paseo de Gracia de Barcelona. Era un lugar acogedor, donde se podía charlar tranquilamente mientras se degustaba un exquisito té acompañado de unas suculentas pastas. Era media tarde y una lluvia fina caía sin cesar cargando el ambiente de nostalgia.
Ambròs comenzó a hablarme del lenguaje de la naturaleza. “Las matemáticas son el lenguaje divino. El lenguaje perfecto es el matemático. Sólo la formulación matemática de ciertas teorías nos permite alcanzar el éxtasis místico, como el que alcanzaba San Juan de la Cruz.” De ahí pasamos a hablar de creatividad en estado puro, la que no es copia de nada.
Ambrós añadió “A mi la ética y la estética me parecen los motores ocultos de la creatividad” Ambròs opinaba que la sensualidad como sublimación del arte también contribuía de forma notable en la génesis creativa. El tema derivó hacia los orígenes del sentimiento religioso. Ambròs me dijo: “La gente ignora que casi todo tiene una explicación científica. En última instancia los átomos son lo que configuran el mundo físico, real, y el de los sentimientos o inmesurable.
Depende de cómo se combinen forman un trozo de metal o una idea sublime. “Lena, la mayoría de templos y monasterios están edificados sobre tierras que por su subsuelo transcurren ríos de aguas que fluyen plácidamente. Pues bien, esta agua en movimiento produce campos electromagnéticos de una intensidad considerable. Estos campos electromagnéticos interaccionan con el lóbulo temporal del cerebro y producen en las personas sensaciones de paz y de profundo sentimiento religioso.
Estudios científicos han revelado que ciertos campos magnéticos inducen tormentas cerebrales que ocasionan visiones fantasmagóricas y crean alucinaciones. Volviendo a la mística de san Juan de la Cruz, ¿acaso no sería fruto de alguna alteración cerebral que producía los mismos efectos que los campos electromagnéticos comentados?” me dijo Ambròs.
A continuación Ambròs me preguntó: ¿Sabes de que están hechas las cosas, Lena? En realidad sólo hay átomos y vacío”. “ Y de que está hecho el pensamiento? Le disparé de pronto. El sonrió profundamente y contestó lentamente: “Verás, Lena, el pensamiento es como una matriz de fluctuaciones electromagnéticas en el cerebro. Es como una ordenación de corrientes invisibles. La vida es misteriosa.” Se hizo un silencio sepulcral entre nosotros.
Ambròs añadió: “En estos momentos somos un montón de átomos atravesados por neutrinos. Dentro de unos años ninguno de tus átomos actuales estará contigo y quizás alguno de nuestros átomos actuales haya pertenecido a Leonardo da Vinci o San Francisco de Asís ¿quién sabe? Esto pude explicar muchos misterios como la reencarnación o la resurrección.
Todo depende del nivel de conocimiento que escojas. Al fin de cuentas nuestro lenguaje cotidiano está lleno de simbolismos y de metáforas. Podríamos decir, ¿Qué significa creer en la divinidad de Jesucristo? Todo depende del lenguaje utilizado, de las connotaciones culturales y del nivel de conocimiento metafísico elegido. Esto lo entendió muy bien el fraile capuchino Jordi Llimona. A fin de cuentas acabaremos todos siendo polvo, materia y antimateria, o sea nada”.
Las sentidas palabras de Ambròs me habían transportado a otra dimensión. Se había creado una atmósfera mágica atravesada por destellos de estrellas fugaces.
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